Los gatos domésticos buscan siempre lugares cálidos, blandos y confortables para descansar.
En este sentido, las camas se diseñan con materiales suaves y mullidos para que los gatos se aficionen a ellas y encuentren fácilmente su descanso.
Su forma habitual es la redonda u ovalada aunque también se encuentran con base rectangular.
Entre las variaciones más comunes se encuentran: Otros utensilios de finalidad similar son: En ocasiones, otros recipientes domésticos como cestas o cajas de cartón pueden servir como informales camas para gatos.
Se amueblan colocando simplemente un cojín o colchón en su interior para que el animal se acomode con confortabilidad.