Calle Aduana Vieja (Soria)

La calle se divide en tres tramos, a medida que va abriéndose en otras tantas plazas.La fachada presentaba dos alargados vanos y lo que más destacaba era su puerta barroca en conopio la cual estaba coronada por un pequeño balcón.Construido en mampostería, en el primer piso presenta tres balcones coronados por frontones triangulares y en la planta superior se abre una galería formada por seis arcos de medio punto sobre columnas toscanas.Hasta mediados del siglo XX en la planta baja tan solo presentaba dos pequeños vanos adintelados.Posteriormente con la construcción de unos edificios en el jardín se abrió una ancha puerta y dos ventanales siguiendo el estilo del resto del edificio diferenciando los actuales palacios.A finales del siglo XIX presentaba un aspecto casi lamentable y el mismo historiador escribía: «La parte principal y más antigua de este palacio está arruinada, quedando únicamente la puerta principal y dos ventanas hasta la cornisa en que debió apoyarse el tejado, y lo que hay en pie parece ser reedificado en época posterior, pero sin solución de continuidad, esto es, sin desmontar los muros primitivos, en los cuales no se hizo más reforma en todo caso que abrir o ensanchar algunos vanos.Uno y otro, apuntalados con dos fuertes estribos, que por cierto los afean en extremo, subsisten resistiendo a la mano destructora del tiempo».De este antiguo palacio se conserva reconstruida y con un piso más el hala sur que corresponde a la parte más moderna que describe Rabal y que fue convertida a principios del siglo XX en edificio del Gobierno Civil, trasladándose desde el Palacio de los Condes de Gómara en 1919.[3]​ Tras ser abandonado para ocupar su nueva y moderna sede en la calle Alfonso VIII en 1945, fue reconstruido para albergar viviendas a finales del siglo XX.