[1] El calendario gregoriano implicó que la URSS mantuviera un sistema de fechas igual al del resto de Europa, pero en 1929 el economista soviético Yuri Larin propuso que se "racionalizara" el calendario en la Unión Soviética, alegando que era dañino para la economía nacional que existiera un mismo día de descanso para toda la clase obrera, postulando la necesidad de fijar días de descanso "diferenciados" para obtener una mayor productividad a menores costos, siendo que con una reforma del calendario la URSS siempre tendría trabajadores en activo, en algún sector de la economía, todos los días del año.Pese a esto, la separación del proletariado en cinco grupos para el descanso hizo más difícil la vida cotidiana en los planos social y familiar, además de generar contratiempos y molestias para coordinar actividades entre trabajadores de distintas actividades económicas, impactando negativamente incluso en las actividades de la burocracia gobernante, por lo que se volvió bastante impopular.Además, los beneficios económicos de una semana más corta -justificación esencial del nuevo sistema- no se vieron reflejados en la realidad, pues no se evidenció un aumento de la productividad ni se acreditó algún ahorro en materia prima ni horas hombre, siendo que por el contrario los 72 días de descanso anuales generaban un efecto no deseado.En las áreas rurales la costumbre popular del "descanso cada siete días" hizo muy difícil imponer de modo eficaz el nuevo calendarios, así como la distinta división del descanso.En la práctica, eliminar el tradicional descanso dominical se reveló una tarea difícil pese a los cambios instaurados, tomándose a menudo como fecha no laborable el domingo tradicional junto con el nuevo día de descanso.
Calendario Soviético de 1930
Aparece la semana de cinco días, con un color diferente para cada jornada según cada grupo de trabajadores; un descanso nacional aparece en negro y cuatro en blanco.
Calendario de 1939 con la semana de 6 días del calendario soviético.