Al ser liberado en la isla y haberse nuevamente asilvestrado, su descendencia comenzó a adquirir las características de la especie en estado salvaje.
En 1896 el doctor Friedrich Johow estimaba el número de cabras de Juan Fernández en 5200, de las cuales unas 1000 habrían habitado en la Isla Más Afuera y otras 200 en la Isla Santa Clara.
El mismo Johow también trasladó algunos animales al Zoológico Nacional de Chile en 1926.
Poseen un pelaje marrón, con una cruz negra en el dorso, similar a los ejemplares salvajes de esta especie.
No solo eso, la cabra de Juan Fernández es de un tamaño más pequeño que sus homónimos en otras áreas, de seguro como adaptación a un hábitat reducido en espacio y recursos.