En 1957, durante el segundo periodo presidencial de Carlos Ibáñez del Campo, su esposa Graciela Letelier Velasco creó organizaciones de solidaridad y ayuda a las mujeres más pobres.
En ese momento, se reunieron antiguas agrupaciones que tenían diversas finalidades, aunque siempre enfocadas en la mujer y su superación personal en los ámbitos personal y vecinal,[3] siendo llamados «Fundación CEMA» (Centro de Madres).
[1] CEMA Chile tuvo un rápido crecimiento, siendo los Centros de Madres apadrinados y dirigidos por las primeras damas.
[4] Se transformó el COCEMA en CEMA Chile y se creó una extensa red de monitoras voluntarias, generalmente esposas de militares,[3] cuyas sedes fueron instaladas en buena parte en terrenos fiscales cedidos gratuitamente por la Junta Militar.
[7] Además, Pinochet dispuso la compra de los productos hechos por las asociadas a CEMA por distintos estamentos públicos sin licitación alguna.
Desde 1990, Cema realizó 136 transacciones sobre estos últimos bienes, recibiendo por ellas más de $ 8909 millones.
Debido a la existencia de antecedentes en las acusaciones, a Cema Chile se le realizó un embargo preventivo de 41 bienes raíces distribuidos en diversos lugares del país.