El segundo cónclave de 1276, que tuvo lugar en julio, fue convocado tras la muerte del Papa Inocencio V, cuyo reinado fue de solo cinco meses y un día.
Por eso, cuando pasaran tres días de deliberaciones, si parecía que los electores no habían llegado a un acuerdo, les ordenaba reducir el suministro de alimentos.
Carlos I en su papel de “guardián” del cónclave no fue imparcial: a los cardenales italianos (más hostiles a él) solo les suministró pan y agua, mientras que los aliados de Carlos (en su mayoría franceses) fueron tratados de mejor manera.
Después de nueve días fue elegido por unanimidad el candidato pro-Anjou Ottobono Fieschi, sobrino del papa Inocencio IV y un legado papal en Inglaterra.
Al día siguiente después de su elección, Adriano V emitió la bula Alocución Consistorial, en la que suspendió la vigencia de Ubi periculum por considerar sus disposiciones demasiado restrictivas.