Locutor de claves es el término empleado para referirse a personas que se comunican utilizando lenguajes codificados.
Estos mensajes eran transmitidos, generalmente, por teléfono o radio, usando códigos construidos sobre sus propios lenguajes, conocidos por pequeños grupos, en ocasiones decenas de personas en todo el mundo, lo que suponía una gran ventaja estratégica.
Dicha ventaja reside en el hecho de que los códigos militares pueden ser rotos o descifrados con relativa facilidad, mientras que un lenguaje humano tan minoritario, requiere un proceso de estudio largo para poder comprenderlo.
Por tanto, la historia sobre los marines vascoparlantes y el uso del euskera como código sería una historia con fines propagandísticos destinada a aumentar la simpatía de la comunidad vasca, a ambos lados de la frontera, por la causa aliada.
Conforme a esta hipótesis, Frank D. Carranza sería un nombre en clave asociado al espionaje.