Estudió hasta el tercer año de preparatoria en el Colegio Civil Rosales.
Participó en la lucha armada maderista en la región sinaloense de Angostura, y fue nombrado jefe por elección del mismo del mismo grupo.
A la llegada de Victoriano Huerta al poder sufrió la prisión por ser incondicional del gobernador maderista.
Cándido Áviles, el gobernador y otros funcionarios públicos fueron enviados a Manzanillo entre marzo y abril de 1913; y de ahí a la Ciudad de México, al cuartel de San Pedro y de San Pablo, de donde se lograron fugar para unirse al movimiento constitucionalista, del que fue agente comercial en Nogales, Sonora.
Radicó sus últimos años en la Ciudad de México.