Esto no es posible con las cámaras réflex de objetivos gemelos (TLR), los cuales necesitan dos filtros para obtener la vista previa y la captura deseadas.
La imagen captada por el objetivo (en forma de luz —en el esquema representado por la línea amarilla—) llega al pentaprisma tras dos reflexiones.
Tras atravesar el objetivo, la luz llega, en un primer momento, al espejo interno (representado en el esquema por la banda gris oscuro) y, de ahí, rebota (se refleja) y se forma la imagen sobre una pantalla mate (en el esquema representada como la banda verde).
La imagen formada sobre la pantalla mate es recogida por el pentaprisma que corrige las inversiones, tanto la lateral como la vertical.
Tres de estas caras son espejos; las otras dos son el vidrio pulido por donde entra la luz y sale después de voltearse lateralmente la imagen que previamente el espejo volteó verticalmente.