[1] El movimiento estuvo influenciado por el deseo de interpretar aspectos del cristianismo de forma aún más mística que los místicos cristianos contemporáneos.
Escritos neoplatónicos griegos llegaron a Europa desde Constantinopla en el reinado de Mehmed II.
El neoplatonismo había sido prevalente en la Europa cristiana y había entrado en la escolástica desde la traducción de textos griegos y hebreos en España en el siglo XIII.
Académicos cristianos interpretaban las ideas cabalísticas desde «una perspectiva claramente cristiana, vinculando a Jesucristo, su expiación y su resurrección con las Diez Sefirot»: las tres Sefirot superiores con las hipóstasis de la Trinidad y las otras siete «con el mundo inferior o terrenal».
[4] La cábala cristiana posterior se basa principalmente en la obra de Pico della Mirandola, Johannes Reuchlin y Paolo Riccio.