A pesar de que se parece bastante a un ave limícola y se relaciona con los ostreros, avocetas y chorlitos, es un depredador terrestre que llena un nicho ecológico similar a la de los correcaminos de América del Norte.
Como la mayoría de burínidos, es principalmente nocturno y está especializado en la caza de pequeños animales de pastizales como ranas, arañas, insectos, moluscos, crustáceos, serpientes, lagartos y pequeños mamíferos.
Durante el día tiende a permanecer inactivo, refugiado entre la hierba alta o en pequeños arbustos y confiando en su plumaje críptico para protegerlos de los depredadores.
Para los depredadores visuales como las rapaces (y humanos), esto funciona bien, pero sirve de poco con los animales que cazan por el olor, como zorros, dingos o varanos.
Todavía es abundante en el norte tropical y subtropical, sin embargo se ha vuelto muy raro en las tierras menos fértiles del sur donde antes era común.