[2][3] Sin embargo, ningún hadiz o texto temprano aluden a un rostro humanoide, tan solo a un "corcel hermoso" mayor que un burro y menor que una mula, descripción que probablemente se malinterpretó al traducirse al persa,[3] extendiendo en el arte islámico persa e indio la figura con un bello rostro femenino.Las descripciones tampoco aclaran el sexo de la criatura,[1] tradicionalmente descrito en masculino, los textos a partir del siglo XIX lo han hecho en femenino,[2] también se ha sostenido que sencillamente no tendría género.Luego ellos ascendieron al primer Cielo y al siguiente y así sucesivamente, hasta el séptimo y más elevado, donde Gabriel dejó a Mahoma con los otros profetas antes de continuar hasta Sidratul Muntaha para conocer a Dios.Dios mostró a Mahoma luego unas terribles escenas del infierno y el dolor de los castigos.Al finalizar, Mahoma bajó de nuevo a la Tierra y continuó su predicación.