En 1073, tras la muerte de su abuelo, Badis ben Habús, el territorio que controlaba se dividió en dos: Granada y la verdadera sucesión se le dio a su hermano menor Abd Allah ibn Buluggin y Málaga se le dio a él.
Tras la muerte de su padre en 1065, su abuelo Badis nombró sucesor a Abd Allah, prefiriéndolo a su hijo Maksan y a su nieto mayor Tamim.
[2] En 1090, el almorávide Yúsuf ibn Tašufín tomó Granada y Málaga.
Tamim y Abd Allah son enviados como prisioneros a Marruecos.
Abd Allah estuvo cautivo en Aghmat (cerca de Marrakech) y Tamim fue enviado al sur de Souss, donde permanecieron hasta su muerte.