Después que Curtis Wilcox, un miembro muy apreciado en el cuerpo, es asesinado brutalmente por un conductor borracho llamado Bradley Roach, en 2001 y su hijo Ned comienza a visitar a Troop D. Los policías, en especial el Sargento Jefe Sandy Dearborn, empiezan a tomarle cierto cariño al hijo de su excompañero, al igual que Shirley Pasternak, la encargada de las comunicaciones del Troop, quien pronto le enseña su profesión.
Los agentes Ennis Rafferty y Curt Wilcox (novato en ese entonces) deciden incautar el Buick.
El coche, descubren, no es un coche en absoluto; parece un Buick Roadmaster, pero solo si alguien lo mira sin poner atención; el volante no se mueve y es tan grande que casi parece un timón de barco, el tablero de instrumentos es de madera y parece ser de utilería, el motor no tiene partes móviles y los cables de encendido van a ninguna parte, los ejes no giran ya que es una pieza junto con la rueda explicando así el que cuando Bradley lo viera llegar le diera la impresión que las ruedas no giraban sino que se desplazaba levitando a milímetros del suelo.
En un primer momento son objetos minúsculos cuya presencia causa un rechazo instintivo, como si inconscientemente el cuerpo supiera que se trata de algo imposible de ser concebido en este universo, las plantas en pocos segundos se marchitan y disuelven como si el aire las matara; posteriormente animales, primero un ser desagradable a la vista que por aproximación es definible como un pez aparece en el auto, otro día libera algo equivalente a un murciélago que despierta una sensación de horror y pánico incontrolable pero que muere tras aletear un par de metros; finalmente un día las luces son más intensas que nunca y un ser cuya visión provoca histeria y terror casi hasta la locura sale del maletero y corre enloquecido y aterrado por la propiedad hasta que el perro de la estación lo mata a mordidas, desafortunadamente el perro muere en una atroz agonía cuando literalmente se derrite producto de haber tocado los tejidos y fluidos de este ser.
Sandy vuelve al cobertizo para encontrar a Ned sentado en el interior del coche.
El libro acaba tras saltar algunos años, después que Ned se une a la policía tras de abandonar la universidad.
Y finalmente en un día del año 2006, tras la desastrosa muerte de Eddie Jacouboius, Ned descubre y le muestra a Sandy que el Buick se está agrietando, sin embargo no está curándose a sí mismo, como solía hacerlo; Ned Wilcox cree que el Buick ha comenzado a degradarse después de gastar sus últimas energías en ese intento de atraerlo al otro universo.
Aunque Buick 8 es una historia en sí misma, la novela es ampliamente considerada como parte del mito de La Torre Oscura.
Siendo un hombre joven en la provincia de Hambry, fue conocido como Will Dearborn (La Torre Oscura IV: Mago y Cristal).