Este disco fue grabado en Rávena (Italia) con el apoyo de la discográfica Discos Madison (ya desaparecida), y fue producido por Antonio Santos y Pablo Pinilla.
La compañía discográfica BMG se fijó en ellos y les permitió grabar su segundo disco, La danza de araña, lanzado al mercado en 1997.
Sin embargo, después de una extensa gira, Jordi, el cantante, decidió separarse del grupo y colaboró una temporada con el guitarrista parisino Drexl Jonez.
Tras esta escisión, Alfredo asumió el papel de vocalista; el grupo siguió dando conciertos y decidieron grabar un nuevo álbum.
[1] Tras este último disco, decidieron emprender cada uno su propio camino, relacionado o no con la música.