Con 35 metros de altura, es considerada la mayor estatua esculpida de Buda en Occidente, siendo más alta que la escultura más célebre en Brasil, el Cristo Redentor.
[1] El proyecto fue concebido por el abad del monasterio Daiju Bitti, quien coordinó el diseño y la producción ejecutada por el artista plástico Genésio Gomes de Moura y su familia,[2] los mismos autores de otras estatuas gigantes como el Cristo Protector de Encantado[3] y la estatua a Pelé en Três Corações.
[4] El monumento es un símbolo religioso que representa a Buda como un ser iluminado,[5] sentado sobre una flor de loto como pedestal.
[5] Los 35 metros de altura del Buda de Ibiraçu lo hace superar por 5 metros la altura del Cristo Redentor, contando a ambas sin sus pedestales.
Esto le dio un "bautismo espiritual", que la convirtió en una "estatua con alma".