Brynjólfur atribuyó el manuscrito a Sæmundr fróði, un sacerdote islandés del siglo XII.
En 1650 Federico III de Dinamarca nombró a Brynjólfur Historiador Real para que sucediera a Stephanius, fallecido recientemente.
Declinó el puesto pero prometió al monarca hacer lo que pudiera para recopilar documentos en Islandia.
Uno de sus primeros actos fue pedir a todos los feligreses de su diócesis que entregaran al rey los manuscritos antiguos, originales o copias, como regalos o a cambio de una compensación.
Brynjólfur también es conocido por su papel en la vida del poeta y escritor Hallgrímur Pétursson.