Bruguera Equip

Desapareció en 1988 cuando Ibáñez firmó un contrato con el Grupo Zeta, editorial que compró los derechos de Bruguera.

Los dibujantes cobraban un sueldo fijo al que se añadían 500 pesetas más extra por cada página a lápiz y 1000 si era a lápiz y tinta.

El director de la nueva línea de publicaciones, Miguel Pellicer, encargó más material a los trabajadores del Bruguera Equip, ahora llamado Equipo B. Ibáñez demandó a Asensio, director del Grupo Zeta, por publicar a sus personajes sin pagarle.

o El Can-bal, así como muchas que dibujó de Rompetechos.

[13]​ A pesar de esto, los estudiosos de la obra del autor consideran que en esta época intervinieron otras manos en el dibujo de las historietas, aunque Ibáñez siempre ha negado cualquier participación ajena, más allá del entintado, una vez clausurado el Bruguera Equip.