Después, se cubría esta guarnición interior con un tejido o piel sencilla.
Las más antiguas son de la segunda mitad del siglo XIV.
Al principio del siglo XV, se acortan y toman una forma más elegante con mangas completas.
En el primer caso llevaban una marca, hecha con punzón candente, y su peso era de 11 a 12 kilogramos.
Había otras más ligeras, rígidas, cubiertas de tela y con ristre para justar.