[1] En el siglo XX, el Instituto Médico Nacional relata los usos como eupéptico, antipirético, aperitivo, antipalúdico y para gastralgia.
Posteriormente, Maximino Martínez la señala como antipalúdico, antiparasitario, antipirético, contra la bilis, eupéptico, irritación de la sangre, sialagogo y tónico.
Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México la describe como: diaforética, eupéptico, hipoclorhidria y tónico.
[1] Las hojas contienen aceite esencial, grasa, resina ácida, el glicósido brikelina, materia colorante y tanino.
[2] Brickellia: nombre genérico otorgado en honor del médico y naturalista estadounidense John Brickell (1749-1809).