Por ello influye en los demás personajes de la serie, especialmente a su más fiel admirador y amante, Justin Taylor.
Envejecer es su mayor miedo y también ser un padre de mierda, según sus propias palabras, para su hijo Gus.
En la quinta temporada, Justin vuelve a romper con Brian, frustrado al ver que este es incapaz de comprometerse.
Ambos pasan una última noche juntos, prometiendo que se seguirán amando a pesar de la distancia.
La serie termina con Michael y Brian bailando sobre las ruinas de Babylon, local que posteriormente se reconstruye.
Sexualmente irresistible, hermoso y con un gran éxito profesional, Brian ha sido un personaje controvertido en la comunidad LGBT.