Su director la define como «un drama sobre la incomunicación»,[1] y reivindica con ella la capacidad del cine para generar emoción.
En España hemos olvidado sentir, desde Solas no hay ninguna película que busque conmover al espectador», añade.
La descripción psicológica de los personajes es muy compleja (el niño, que trata de ganarse al padre, y el padre, que no sabe cómo expresarle su amor), pero a la vez natural.
Otros temas se dan cita en el filme, como los conflictos y prejuicios sociales, la búsqueda de amistad y referentes por parte de un preadolescente segregado de su entorno, el abuso y la traición por parte del único chico del instituto que se acerca a él y a quien José Ramón se aferra como su único amigo, la relación del niño con su mascota, etc.
La película se realizó sin presupuesto (actores voluntarios, alquileres gratuitos, patrocinios y donaciones, etc.).