[4] Su población era mayoritariamente mudéjar o morisca, y su economía estuvo muy vinculada con los curtidos.
Sin embargo, más adelante y hasta bien entrado el siglo XX, los maestros zapateros fueron creciendo en número e importancia.
[6] En la actualidad todavía pervive esta intensa actividad industrial en torno al calzado y sus complementos.
[10] Principalmente, desde hace siglos la industria predominante tanto en la comarca como en el municipio fue y es el calzado.
Durante los siglos XIX y XX las viejas tenerías darían lugar a modernos talleres incrementando así su producción.
Todo ello se da a conocer en la visita al Museo del Calzado de la localidad.
A ella se puede acceder por dos puertas: la principal, situada debajo del óculo que ilumina el coro de la iglesia, y la secundaria, situada en un lateral de la nave que conectaba directamente con el antiguo cementerio.
Durante el recorrido por el museo se viaja desde la época celtíbera hasta nuestros días a través de la artesanía.