Un vez enterado, se pone furioso porque su media hermana ha sido dada en matrimonio sin su consentimiento, y mata a los caballos de Matholwch.
El conciliador Bendigeidfran le da al rey un mágico caldero que puede traer los muertos a la vida, pero mudos.
Algunos irlandese ven al gigante Bendigeidfrân vadeando el mar e informan a Matholwch, quién retrocede allende un río y destruye los puentes.
A Los señores irlandeses no les gusta la idea, y muchos se esconden en bolsas de harina para tender una emboscada.
Pero Branwen muere poco después de dolor al haber visto tanta destrucción, llorando "Oi, un fab Duw!