Los monjes desempeñaron a partir del siglo XII un gran papel de desbrozadores en una región poco hospitalaria.
Trabajando en la región, los monjes construyen una capilla en Bosquentin.
En respuesta al desmonte de la región iniciado por los monjes, se construyen algunos graneros en Las Landas (en otro tiempo reputadas tierras estériles y descuidadas) que comenzaban a cultivarse.
Actualmente está prohibido el paso al público.
Una leyenda dice que el tesoro de la iglesia desapareció durante la invasión Prusiana y se oculta en alguna parte de los alrededores del pueblo.