Los bonos de guerra son un instrumento financiero que emplean los estados para financiar las operaciones militares durante un periodo de guerra.
Al igual que cualquier otro tipo de bono, devenga intereses y el Estado amortiza la deuda (es decir, el Estado adquiere una deuda con un particular o una institución y tiene que devolverle al acreedor el dinero prestado y pagarle los intereses correspondientes).
Aun cuando los bonos estén garantizados, si el gobierno emisor queda en mal estado después de la guerra, el acreedor corre el riesgo de perder el dinero invertido.
Muchos gobiernos y economistas prefieren los bonos a los impuestos para aplazar la amortización.
[2] La industria del cine se puso manos a la obra para fomentar la venta de bonos.