A pesar de ser pagados los daños, este bombardeo no fue el único que tendría lugar en territorio suizo.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, adquire una política de neutralidad armada, por lo que a cualquier avión que invada Suiza, se le prenderían bengalas verdes y al empezar a ser escoltado con cazas suizos se le ordenaría aterrizar en un aeropuerto cercano, a los grupos y formaciones de aviones se les derribaría.
Si Italia o Alemania invadían suelo helvético, éstos destruirían túneles, puentes y empresas útiles para el invasor, y se retirarían a las montañas, donde responderían por medio de búnkeres.
Los estadounidenses alegaron que se debió a un error de vuelo, luego se dijo que fue por mal tiempo, etc., sin embargo el gobierno suizo no dejó de protestar y exigir un reconocimiento del ataque, y una indemnización al responsable.
En general, a finales de 1944 se demostró que ciertamente el ataque fue estadounidense, y los EE.