La bolsa de valores de Roma se fundó en 1802 en el Estado Pontificio y su primera sede fue el Archiginnasio della Sapienza.
Las contrataciones eran modestas y los operadores del mercado eran en su mayoría banqueros, en número muy escaso, hasta el punto de que diez años después de su inauguración, en el 1812, solo estaban inscritas diecinueve personas.
En la década siguiente, las actividades se trasladaron al Palazzo Valentini para pasar posteriormente, en 1831, al interior del Templo de Adriano.
En septiembre de 1836 la misma Cámara de Comercio puso en práctica una nueva regulación para la Bolsa en la que se introducía la figura del deputato di borsa ("diputado de bolsa"), una persona que tenía la función de presidir las sesiones y vigilar su desarrollo.
[2] En 1991 se aprobó la reforma de la Bolsa, que entre varias innovaciones introdujo las transacciones telemáticas y la definitiva abolición del mercado a gritos en 1994 y la fusión, en 1997, de todas las bolsas de valores italianas en una sola empresa privada, Borsa Italiana, con sede en Milán.