En 1968, el cuatro veces atleta olímpico Les Mills y su esposa decidieron abrir un gimnasio en Auckland, Nueva Zelanda.
En la década de los 80, su hijo Phillip se hizo cargo del negocio familiar.
Coreografiado con una base musical y con alrededor de 100.000 instructores en todo el mundo, se realizan movimientos como puñetazos, patadas, rodillazos, codazos o katas.
Con esta práctica se mejora la coordinación y la agilidad, además de la resistencia cardiovascular.
Los movimientos son simples, por lo que no se necesita tener mucha coordinación.