Nancy Allen interpreta a Sally Bedina, una joven involucrada en el crimen.
Blow Out se abrió al minúsculo interés de la audiencia en 1981; sin embargo, recibió una recepción crítica mayoritariamente positiva.
Los críticos también reconocieron la conexión estilística y narrativa con el trabajo de Alfred Hitchcock, a quien DePalma admira.
Hay una interesante relación entre esta película y el homónimo de Michelangelo Antonioni en Blow-up (1966), donde el protagonista se saca una fotografía a un probable asesinato.
En eso sigue la misma idea de La Conversación (1974), una película anterior escrita, producida y dirigida por Francis Ford Coppola, de forma que ambas ofrecen casi un homenaje al gran director italiano.