En este ejemplo clásico de bloqueo mutuo, es fácilmente visible la condición de espera circular en la que los procesos se encuentran, donde cada uno solicita un recurso que está asignado a otro proceso.
También conocidas como condiciones de Coffman por su primera descripción en 1971 en un artículo escrito por E. G.
[3] Estas condiciones deben cumplirse simultáneamente y no son totalmente independientes entre ellas.
Para cada petición de recursos, el sistema controla si satisfaciendo el pedido entra en un estado inseguro, donde puede producirse un bloqueo mutuo.
Livelock es un riesgo con algunos algoritmos que detectan y recuperan los interbloqueos, pues si más de uno toma cartas en el asunto, la detección del interbloqueo puede ser disparada continuamente; pudiendo ser arreglado asegurándose que solo un proceso (escogido al azar o por prioridad) tome acción.