[2] El estallido de la guerra y los reveses militares, especialmente la pérdida de Polonia y las derrotas en Galitzia, llevaron a los liberales a retomar la idea de formar un frente parlamentario y, esta vez, incluir en él a la derecha moderada.
[2] El Bloque, convencido de la incompetencia del Gobierno para guiar el esfuerzo bélico, se propuso presentar y aprobar un programa que satisficiese las necesidades del país en la contienda; pocos días más tarde recibió en este empeño el respaldo de algunas fracciones del Consejo de Estado, la otra Cámara legislativa del Imperio.
[2] El programa, dirigido a lograr la unidad del país para obtener la victoria en la guerra, exigía el nombramiento de un Gobierno formado por figuras reconocidas,[2] la promulgación de nueva legislación que garantizase los derechos de la población y las concesiones sociales y políticas a las minorías del Imperio.
[3] Privados de las sesiones parlamentarias, los coaligados mantuvieron los contactos entre sí, pero cada vez con mayores desavenencias.
[3] En un famoso discurso, Miliukov acusó al gabinete de «estupidez o traición».