La blefaroplastia es la cirugía que busca rejuvenecer los párpados mediante la remodelación de los tejidos perioculares.
Se realiza fundamentalmente por razones estéticas, pero en algunos casos se realiza únicamente por motivos visuales (blefaroplastia funcional), ya que la caída de la piel de los párpados superiores puede ocasionar una reducción del campo visual.
Existen diferentes técnicas, una que es mínimamente invasiva y sin cicatrices, desarrollada por el médico argentino Ricardo Hoogstra.
En el párpado inferior, la laxitud de las estructuras fibrotendinosas que aparece con la edad provoca fundamentalmente dos cambios a nivel palpebral.
Por un lado, la grasa orbitaria, que ocupa gran parte de la órbita, se hernia hacia adelante, haciéndose visible en la piel y dando lugar a las coloquialmente conocidas “bolsas”.
Algunos casos requieren también eliminar parte del paquete graso interno, pero siempre de forma conservadora.
Para esta cirugía se realizan incisiones en los pliegues naturales del párpado, que evitan la visibilidad de las cicatrices.
Las ventajas de esta última son muchas, incluyendo la ausencia de cicatriz visible, una recuperación más rápida y una mayor seguridad, ya que existe un acceso más directo a las bolsas por esta vía.
En algunos casos puede ser necesario eliminar una pequeña cantidad de piel del párpado inferior.