Blancanieves es una princesa de nacimiento que se ve forzada a la servidumbre por su malvada madrastra, la Reina Grimhilde.
Ella es inocente y un poco ingenua, pero nunca pierde la fe en su anhelo de que el verdadero amor algún día llegará a buscarla.
Aunque al principio de la película aparece vestida con harapos su vestido original e icónico es un corpiño azul con mangas abullonadas de rayas rojas y azules, una falda amarilla hasta los tobillos con una enagua blanca junto con zapatos amarillos y un lazo rojo en el cabello.
Había una vez una encantadora y hermosa princesa llamada Blancanieves, ella era obligada a ser sirvienta por su vanidosa madrastra, la Reina Grimhilde.
Blancanieves era tan hermosa, aún muerta, que los enanitos no tuvieron corazón para enterrarla, y la metieron en un ataúd de cristal donde dejaban flores cada día, y la visitaban junto con los animales del bosque.
Blancanieves hizo una aparición especial en el episodio "La Fiesta Encantada"[2] en el que, contándole a Sofía cómo su madrastra le engañó al disfrazarse, le ayuda a adivinar que una nueva hechicera es en realidad una vieja amiga.