En su elaboración intervienen exclusivamente tres ingredientes: azúcar, huevo y almidón de trigo.[1][2][3] En octubre de 2014 este convento concepcionista cerró sus puertas, trasladándose su última monja a la localidad de Osuna, donde se inició su producción.[4] El nombre de esta especialidad de repostería procede del apellido de las fundadoras del convento ecijano de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción: las hermanas Luisa, Catalina, Ana y Francisca Marroquí, quienes lograron en julio de 1599 hacer efectivo su proyecto fundacional, iniciado en 1583.[5] En este convento concepcionista tomó hábito en 1752 Mónica Garnica y Córdoba, marquesa de Valdetorres, en quien tuvo su origen -según tradición- el bizcocho Marroquí.En el año 2014, la única religiosa de la orden que permanecía en el mismo, sor Pilar, de avanzada edad, fue acogida en el monasterio de la Purísima Concepción de Osuna, donde empezó a elaborarse el dulce.