Es una zona típicamente agrícola que tiene tierras fértiles y condiciones climáticas adecuadas.
Durante la etapa del Imperio austrohúngaro, la ciudad tenía el nombre de Bjelina, y antes Belina o Bilina.
Durante la Segunda Guerra Mundial la Ustachá lo retiró, después el gobierno comunista se negó a devolverlo, y el primer gobierno local no comunista lo reubicó en su actual situación a comienzos de los 90.
Esta no fue la única vez que el monasterio fue dañado, ocurrió también durante la Segunda Guerra Mundial.
En una de las lápidas en su interior dice "Zdravko Jovanovic, asesinado en 1943 por la División Azul Ustasha por defender el monasterio".
Bijeljina fue uno de los primeros lugares en ser arrastrados a la guerra, por estar situado en una ubicación estratégica clave.
De acuerdo con informes contemporáneos, hasta 100 civiles fueron asesinados, y la población no serbia fue expulsada.
Ethno Stanišići fue construida en 2003, y en su interior se encuentra el monasterio ortodoxo serbio de Sveti Nikola (San Nicolás).