El nombre «Gran Berta» comenzó a ser utilizado erróneamente (aún hoy en día se les confunde) y genéricamente por los Aliados en referencia a otras piezas de artillería pesada alemanas como la Langer Max y el Cañón de París.
Por tanto, este nombre no se ha de aplicar ni siquiera al modelo Gamma-Gerät, antecedente directo del Gran Berta.
Fue sin duda impresionante (lanzaba granadas de 1160 kg), pero como puede fácilmente imaginarse, simplemente moverlo era una pesadilla logística.
El Berta demostró ser muy eficaz contra antiguas construcciones, como los fuertes belgas diseñados en la década de 1880 por Brialmont, destruyendo varios en pocos días.
El éxito más espectacular fue con el fuerte belga Loncin, que explotó después de recibir un impacto directo en su polvorín.
El Gran Berta se había ganado una sólida reputación en ambos lados de las líneas debido a sus primeros impresionantes éxitos al destrozar los fuertes en Lieja.
Durante la contienda varios Berta resultaron destruidos cuando sus cañas estallaron debido a municiones defectuosas.