Ellos interpretaron el sitio no como un trampa natural, donde se concentraron restos de individuos solitarios por casualidad, sino como depositados por una inundación que mató a una manada.
En la mandíbula, el subangular tiene un borde superior elevado y en vista lateral tiene forma de trapezoide.
El premaxilar tiene al menos cuatro dientes que tienen una sección transversal circular.
El único diente maxilar conocido es muy aplanado y tiene estrías en tanto el borde de ataque y el borde de salida que se extiende todo el camino hasta el extremo.
El hueso cigomático tiene una rama trasera en forma de horquilla y en la parte inferior de una faceta ligeramente del lado frontal que se ajustaba al cierre cuando la mandíbula inferior se cerraba.
Esta saliente en la parte inferior tiene un ahuecamiento neumático profundo y amplio, como Stokesosaurus.
El surangular tiene un ajuste excelente y superior ampliada en la que un gran esfínter, para el músculo aductor extremo de la mandíbula.
[1] Fue hallado en 1998 a orillas del Lago Ramos Mejía en la Formación Candeleros, en la Provincia de Río Negro, Patagonia, Argentina, por Raúl Spedale, un empleado de una hormigonera que fue a pescar al mismo.
Posteriormente, al subir de nuevo el agua hizo que más excavaciones sean imposible.
Entusiasmados con el descubrimiento siempre llevaba fotos de ella en el bolsillo para mostrar.
Los restos recuperados representan, al menos, tres ejemplares adultos y alguno joven, entre ellos el holotipo (MPCA 865), la mitad caudal de un cráneo con la mandíbula articulada.
Es posible que el cráneo holotipo, en realidad pertenece a un individuo cuyos huesos restantes son parte de la colección residual.
El segundo fenómeno sucedido en Gondwana jugó un papel central en la radiación de los celurosaurios.