Se usa en analógica para la fabricación de amplificadores y en digital para algunos componentes discretos.
Hasta hace poco la integración de transistores MOS y bipolares en un mismo componente era difícil y poco viable económicamente.
Los transistores bipolares ofrecían alta velocidad, alta ganancia y baja resistencia de salida mientras que los CMOS presentaban alta resistencia de entrada que se traducía en puertas lógicas sencillas y de bajo consumo.
Esta tecnología fue rápidamente adoptada en la fabricación de amplificadores y mostró así mismo algunas ventajas en circuitos digitales.
Está claro que la primera etapa aporta una elevada impedancia de entrada y la segunda una baja resistencia de salida.