Según otras leyendas, se casó con Pulomā, la hija del asura Vaisvanara.
Ella había sido prometida al asura Puloman, pero finalmente su padre se la dio a Brigu.
Entonces se dirigió a las llamas ―que son la representación del dios Agni―: «El padre de esta mujer, cuando ella era niña, me la prometió en matrimonio.
En cambio Pulomá se casó con Brigu con ritos védicos realizados en mi presencia».
[8] Brigu vio a su esposa llegar con el bebé y llorando incontrolablemente.
Agni se deprimió por esta maldición, y dejó de aparecer en este mundo.
Las personas no podían encender fuegos para cocinar ni para realizar ofrendas a los dioses.
Los sabios llegaron hasta la morada del dios Brahmá y oraron ante él.
[8] Brahmá tranquilizó a Agni diciendo que en realidad la maldición de Brigu era positiva: Agni podría consumir cualquier cosa sin discriminación alguna, y en el proceso purificaría el objeto.
[8] Brigu podía viajar por el espacio como Durvasa, Nárada Muni y otros.