Hijo de un posadero judío, a los 17 años fue reclutado por el ejército austríaco y pasó la Primera Guerra Mundial en las trincheras.
Mientras trabajaba en sus esculturas en su tiempo libre, se ganaba la vida tallando monumentos de cementerio.
[3] Tras su liberación, viajaron a La Habana, Cuba, donde Reder influyó en muchos artistas.
En 1956, se le dio una exposición individual en la Galleria d'Arte Moderno L'Indiano, Florencia, que recibió mucha atención y elogios del historiador de arte John Rewald.
[8] Las obras de Reder se encuentran actualmente en muchas colecciones, incluidas las siguientes: