Berenguer de Montagut

Como explica Cirici Pellicer, Montagut fue «un diseñador excepcional que purifica la forma hasta extremos impensables».

Podríamos decir que lleva hasta el extremo las tendencias características del gótico catalán: sus construcciones son excepcionalmente amplias, con una aversión a la compartimentación hasta el punto de que sus iglesias, todas de tres naves, parecen querer alcanzar el espacio unitario de la nave única.

Es una constante en él la austeridad extrema en las diversas estructuras arquitectónicas: pilares octogonales desnudos sin molduras, paños de muro planos, pocos elementos decorativos, etc.

Hay también un regusto por una cierta escenografía calculada según la situación de la iglesia con respecto a los observadores.

Todas se sitúan en un eje más o menos perpendicular a la visual del hipotético viajero.

Interior de Santa María del Mar, en Barcelona.
Fachada principal de Santa María del Mar, en Barcelona.