Baillaud expandió enormemente el observatorio y apoyó de manera entusiasta el proyecto Carte du Ciel.
Sin embargo, los 2865 metros de altura del pico supusieron un reto formidable convirtiéndose en una ambición irrealizable, aunque entre 1873 y 1880 llegó a operar una observatorio meteorológico.
En 1907 se convierte en director del Observatorio de París donde retoma inmediatamente el trabajo para relanzar el proyecto Carte du Ciel organizando una conferencia en el observatorio, amenizada por cantantes de la Ópera de París y en la que el vino estuvo a cargo del director del Observatorio de Burdeos.
Mantuvo el observatorio y la emisión de la señal durante la Primera Guerra Mundial a pesar de que el cañón alemán Gran Berta tenía como objetivo las coordenadas nominales de París, que correspondían exactamente con las del observatorio.
Baillaud se convirtió también en presidente fundador de la Unión Astronómica Internacional en 1919.