Las condiciones naturales del lugar, otrora un valle fértil con un curso de agua, explican que se haya verificado la ocupación humana del territorio desde el inicio de la Prehistoria.
Son conocidos restos arqueológicos del Paleolítico, Neolítico y Calcolítico, cuyos descubrimientos están repartidos por varios museos lisboetas.
La presencia musulmana se hace notar en Benfica sobre todo por las ropas que llevaban los habitantes de la zona hasta el siglo XVIII.
Fue también en esa época cuando se crearon tres importantes hermandades: Nuestra Señora del Amparo, Santo António y San Sebastián.
Esto se debió sobre todo a las obras del Aqueduto das Águas Livres.
Llegan más ricos que traen riqueza y mayor desarrollo a la tierra.
Algunos de estos se encuentran en mal estado, tal y como la Vila Ana que aguarda su restauración y la Quinta da Granja cuyas obras para convertirla en parque urbano están paralizadas desde 2002.
El escudo presenta dos pinos representando al Parque Forestal de Monsanto.