Se halla despoblado desde mediados del siglo XVIII.
En las inmediaciones se encuentran la cueva la Loba y la encina de Becares.
Permanecen a la vista una fuente romana con bóveda, restos de lo que fue el cementerio, ruinas de la casa señorial y otros edificios.
Aún en pie, pero en muy mal estado de conservación, según la tradición perteneció a los Templarios.
Su torre data de finales del siglo XVII.