Fue una figura polémica en su época debido a que ejerció la prostitución durante un tiempo previo a su romance y luego matrimonio con Jiménez, algo controvertido en la época.
Deseosa de vivir los lujos que le estaban excluidos por su origen humilde, junto a su hermana, se dedicó a la prostitución, con la cual conoció al jurista y político liberal Ricardo Jiménez Oreamuno; única persona en la historia de Costa Rica que ha ejercido la presidencia de los tres poderes de la república y también el único hasta la fecha que ha sido electo presidente de Costa Rica por medio de las urnas en tres ocasiones distintas.
[1] Posteriormente Jiménez ejerció su tercer período como presidente de la República durante el cual doña Beatriz se convirtió en primera dama, aun así debió soportar las burlas y comentarios sarcásticos de la alta sociedad a raíz de su antigua profesión.
Hablaba inglés y francés y aprendió de forma autodidacta sobre diversos temas culturales, políticos e históricos gracias a la compañía de su muy culto esposo.
Realizó como primera dama una labor humanitaria con poco respaldo, reducido a algunas amigas y las Hermandas Mercedarias, en asistencia de los reclusos de la Isla San Lucas.