Fue beatificado en julio de 1867 por el papa Pío IX.
Profesó en la orden de Santo Domingo en Vitoria en 1594.
Después ingresó en el convento de San Esteban de Salamanca con el nombre de Fray Tomás del Espíritu Santo.
[2] En 1601 embarcó en Sevilla hacia Manila para cristianizar Filipinas.
[1] Poco después de llegar, en 1603, Francisco Morales, superior de los Dominicos en Manila, lo envió a Japón para fundar una misión.