Ascético y místico, es recordado por la sencillez y serenidad de su vida, pero también por el compromiso caritativo con los pobres y los niños.
Como tal, se recuerda el 24 de enero.
Su cuerpo descansa hoy en la catedral de Forlì.
En la Pinacoteca Cívica de Forlì, en cambio, puedes ver la antigua urna funeraria de Marcolino, obra de Antonio Rossellino, invitado a Forlì por Nicolò dall'Aste.
El beato Giovanni Dominici escribió la vida del beato Marcolino de Forlì.