Se localiza en la microrregión de Baturité, mesorregión del Norte Cearense.
[8] Por causa del clima agradable y del agua en abundancia, Baturité y otros municipios vecinos sirvieron de refugio para poblaciones sertanejas de ciudades como Canindé y Quixadá, que allí se abrigaran durante la Sequía de los Tres Sietes (1777 a 1793).
En 1824, Manoel Felipe Castillo Blanco trajo del Pará a Baturité, almácigos de café, hecho que trajo transformaciones en la actividad económica y vida social local.
El municipio tiene 3 distritos: Baturité (sede), Boa Vista y São Sebastião.
El promedio de lluvias media es de 1.088 mm con lluvias concentradas generalmente al final del año (en diciembre) y duran hasta marzo, siendo que en este último mes son registradas las mayores precipitaciones, llegando a ocurrir tempestades con vientos fuertes y rayos.
Sin embargo, así como en la mayoría de los municipios cearenses (con excepción del café), esta también es realizada con técnicas agrícolas rudimentares haciendo con que el suelo se empobrezca y la producción ya sea insignificante en términos nacionales.
También es importante destacar el cultivo del café, que aunque haya disminuido mucho después de la crisis de 29 y otras crisis en la economía brasilera, viene creciendo, actualmente, utilizándose la técnica del cultivo sombreado y 100% orgánico.
Esparcidos por la ciudad, principalmente por la región central, se encuentran caserones de estilo colonial construidos a mediados del siglo XIX, época de la abundancia del café, algunos pocos preservados.
El monumento erigido a la Nuestra Señora de Fátima, traído desde Portugal, puede ser visto desde prácticamente toda la ciudad y muchos se aventuran a llegar ahí venciendo su acceso que posee 365 peldaños.
No obstante, se denota actualmente, la destrucción progresiva de varias casas y hasta monumentos históricos para ceder lugar los edificios comerciales.