La forma actual (con electrolitos de ácido sulfúrico) fue patentada por la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia en 1986.En este momento hay una serie de proveedores y desarrolladores de estos sistemas de baterías, incluyendo las tecnologías UniEnergy y Ashlawn Energía de los Estados Unidos, Renovable Energy Dynamics (RED-T) en Irlanda, Gildemeister AG (anteriormente Cellstrom GmbH en Austria) en Alemania, HydraRedox en España, Cellennium en Tailandia, Prudent Energy en China, Sumitomo en Japón y H2, Inc.La batería redox de vanadio (VRB) es el resultado de 25 años de investigación, desarrollo, pruebas y evaluación en Australia, Europa, América del Norte y en otros lugares.Cuando necesitamos energía, conectamos a la batería un dispositivo haciendo que los electrones almacenados en un tanque vuelvan al otro generando una corriente eléctrica que alimenta el dispositivo y regresando el vanadio a su estado original en ambos tanques.[2][3] Las principales ventajas de la batería redox de vanadio son que puede ofrecer capacidad casi ilimitada simplemente mediante el uso de tanques de almacenamiento más y más grandes, que se puede dejar completamente descargada durante largos períodos sin efectos nocivos, que se puede recargar simplemente sustituyendo el electrolito si no hay fuente de alimentación disponible para cargarla y que si los electrolitos se mezclan accidentalmente, la batería no sufre ningún daño permanente.